
Las conductas de riesgo son comportamientos voluntarios o involuntarios que pueden conllevar peligro para la persona o su entorno produciendo sensaciones placenteras inmediatas. Estas conductas se manifiestan de modo más frecuente e intenso en la adolescencia y pueden llegar a afectar a la salud biopsicosocial y al bienestar e instaurarse de manera permanente en la etapa adulta con las consecuencias de mortalidad y morbilidad que implican.
Por ello es importante prevenirlas, promoviendo factores de protección en niños y niñas desde etapas tempranas para atravesar la adolescencia en las mejores condiciones y con las mayores fortalezas para no desarrollar conductas problemáticas con consecuencias negativas. (www.unaf.org)
En esta ocasión nos gustaría compartir un poco de información acerca de las conductas de riesgo más frecuentes en pre-adolescentes y adolescentes. Es indispensable reconocer estas conductas para poder ayudar a las niñas, niños y adolescentes sin emitir juicios, ni tomar decisiones familiares extremas o punitivas, que perjudican y quebrantan las relaciones entre padres e hijos.
- Desórdenes alimenticios.
- Cutting.
- Vaping (Uso de cigarros electrónicos).
- Exposición en Redes Sociales (RRSS).
- Uso irresponsable del Internet.
- Alcohol y drogas.
- Retos.
- Conductas sexuales de riesgo.
Los desórdenes alimenticios se acrecentaron en la pandemia debido al aislamiento, el sedentarismo y a la mala autoimagen que promueven las redes sociales, al exhibir “vidas perfectas” inalcanzables para la mayoría de las y los adolescentes.
De acuerdo a la Asociación Psiquiátrica Mexicana, las autolesiones se incrementaron en un 20% en los últimos dos años. Se presentan por un deficiente manejo de la frustración, angustia, depresión, enojo o miedo.
El uso de cigarrillos electrónicos no es seguro para los niños, adolescentes y adultos jóvenes. La mayoría de los cigarrillos electrónicos contiene nicotina. La nicotina es altamente adictiva y puede afectar el desarrollo del cerebro en los adolescentes que continúa hasta los 20 a 25 años. (www.cdc.gov)
En México la venta y consumo del cigarro electrónico se sigue considerando ilegal, no ha sido aprobado por el Senado y se comercializan bajo amparos legales.
Los factores de riesgo de estas y otras conductas pueden ser los siguientes:
- Imitación y sentido de pertenencia.
- Ansiedad, angustia y depresión de leve a moderada.
- Conflictos familiares.
- Violencia intrafamiliar.
- Aislamiento.
- Aburrimiento.
- Deficiencia en la comunicación familiar.
- Falta de resiliencia.
- Poca o nula tolerancia a la frustración.
“Los Padres de Familia deben evitar emitir juicios de valor, tienen que asumirse en un lugar de escucha, y no de crítica y persecución” (www.newsweekespanol.com)
Algunos factores de protección que se pueden implementar desde casa son:
- Desarticular la autocrítica y autoexigencia. Cuando los adolescentes no tienen expectativas reales, pueden extralimitarse y caer fácilmente en la frustración.
- Generar tiempo de calidad. El tiempo en familia debe ser nutritivo, cohesivo, ameno y gratificante.
- Transmitirle el genuino interés de conocerle. Escucharlo, conocer su lenguaje, sus amigos, su serie favorita, sus videojuegos favoritos, etc.
- Estar alerta a los cambios. Cambios en los patrones de sueño, en su alimentación, en su círculo social, en su humor, etc.
- Comunicarse con el plantel escolar en caso de inquietudes acerca de su comportamiento o cambios en su desempeño académico.
- Buscar ayuda profesional.
Esta es la primer entrega de Conductas de Riesgo, en nuestra próxima publicación sobre Crianza Positiva se presentarán el resto de conductas de riesgo y algunos otros factores de protección para proteger a niñas, niños y adolescentes desde casa.